Material: Un reloj de mesa.
Introducción:
Inicie
su clase relatando la historia de una madre que habiendo viajado por Europa
trajo a su hijita Elena un reloj muy bonito. Elena lo puso en su cuarto y
estaba muy contenta.
Una
mañana Elena despertó creyendo oír al reloj hablándole.
La
Conversación:
Reloj. — Tic-tac, tic-tac, yo
soy igual a ti.
Elena. — ¡Es Imposible!
Un reloj no es igual a una niña.
Reloj. — Tic-tac,
tic-tac. Yo
tengo cara.
Elena. — ¡También yo tengo
cara! No había pensado en esto.
Reloj. — Tic-tac, tic-tac. Tengo dos pies.
Elena. — (Suspiró y dijo): Yo
también tengo dos pies. Y puedo correr con ellos rápidamente.
Uso mucho mis pies.
Reloj. — Tic-tac, tic-tac. Yo puedo andar.
Elena. — (Con una sonrisa
dijo): Yo también puedo andar.
Reloj. — Tic-tac,
tic-tac, tengo dos manecillas.
Elena. — (Viendo sus
manos). También yo tengo dos manecitas. Ayudo con ellas a mamá.
Reloj. — Tic-tac, tic-tac,
tengo muchas partes muy importantes dentro de mi, y cuando todas están bien
puedo andar correctamente. La gente puede tener confianza en las horas que
marco cuando todas las partes de que estoy hecho están bien.
Elena. — (Mostrando mucha
sorpresa porque no habla pensado en todas estas cosas). También yo
tengo muchas partes
importantes dentro de mi cuerpo: hígado, pulmones, corazón ... y
muchas más.
Reloj. — Elena, ¿sabes tú
por qué tú mamá me compró para ti?
Elena. — Sí, lo sé. Mi mamá me
quiere mucho y quería regalarme algo.
Reloj. — Tic-tac,
tic-tac, esta no es la única razón. ¿Has visto que yo tengo algo escrito en mi
cara,
verdad? Es el nombre de quien me hizo o sea
el de mi fabricante, un relojero famoso de Suiza.
Su nombre es tan famoso que la gente compra
sus relojes porque sabe que van a andar bien.
El nombre de quien me hizo o fabricó vale
mucho. Yo estoy sumamente contento de llevar
esta marca. Tic- tic-tac, tic-tac. ¿Tienes tú el nombre de
tu Hacedor escrito en tu corazón y en
tu cara?
Aplicación:
Elena
pensaba: "Soy cristiana. Cristo me salvó de mis pecados, pero a veces
cuando estoy enojada, se me pone la cara muy fea y no puedo mostrar a los demás
un rostro alegre y feliz. Otras veces cuando siento orgullo, o vanidad, o
cualquier otro sentimiento feo, se borra de mi rostro el nombre de mi Hacedor,
que es Dios."
Conclusión:
Elena
oró a Dios, pidiéndole su ayuda para poder llevar escrito su nombre en su
rostro y en su corazón. Se levantó pensando en el reloj y vivió contenta y
feliz ayudando a otros y conduciendo a sus amigos a los pies de Cristo.
Oración
Invitación.
Texto
sugerido: Génesis1:27
27
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó. Reina-Valera 1960 (RVR1960)
(Basado en el libro: Lecciones Objetivas, María S. de Eudaly, Casa Bautista de Publicaciones, Primera edición: 1962, Segunda edición: 1971)
0 comments:
Publicar un comentario