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Mensaje en
cuanto al Covid-19 y las persecuciones.
Dios les bendiga a todos los
hermanos, alrededor del mundo, el día de hoy hemos decidido dar un mensaje como
Ministerio Hijos de Luz, en vista que nos encontramos en una emergencia de
escala mundial; por causa del virus llamado ‘’corona virus’’ o ‘’covid-19’’.
Queremos centrar el mensaje en los siguientes puntos:
Lo
que debemos hacer.
Lo
que Dios puede hacer.
Los
que sufren persecuciones.
Sobre el primer punto al que
hemos llamado ‘’lo que debemos hacer’’, desde nuestro punto de vista
consideramos que no debemos tratar de comportarnos como super cristianos, en
medio de la pandemia u otros males, a menos que Dios indique lo contrario; si
tú has aceptado a Jesús en tu corazón y le sirves y le amas, no necesariamente
estás obligado a correr riesgos de los cuales puedes salir perjudicado, tú o
los que te rodean; si para evitar ser contagiado tienes que quedarte en casa o
usar las medidas de protección que estén a tu alcance hazlo sin temor, que no
necesariamente pueden indicar una falta de fe de tu parte; esto no solamente lo
podemos aplicar para la actual pandemia, sino para muchas otras circunstancias
de la vida, para reforzar esto queremos dar algunos ejemplos de la Biblia de
servidores de Dios que tuvieron que hacer ciertas cosas para salvar sus vidas,
pues hay cosas que Dios no hará por ti, sino que pondrá una salida para ese
problema que enfrentes.
En el primer ejemplo tenemos al
famoso rey David, un hombre conforme al corazón de Jehová; que fue sacado del
redil para llegar a ser rey del pueblo de Israel, aunque es fácil decirlo, pero
para llegar a ser rey fue un largo proceso, el cual ayudó a David a formar su
carácter; David tuvo que estar huyendo del rey Saúl por mucho tiempo, y en el
inicio de esa larga persecución, el joven David tuvo que hacer algo increíble,
el ungido de Jehová, el elegido, tuvo que actuar como un loco (o enfermo
mental), en un momento que su vida corría peligro, cuando en busca de seguridad
más bien encontró mayores peligros, todo esto lo puede leer en 1 Samuel
capítulo 21; en 1 Samuel 21:13 dice: ‘’Y
cambió su manera de comportarse delante de ellos, y se fingió loco entre ellos,
y escribía en las portadas de las puertas, y dejaba correr la saliva por su
barba.’’ (1 Samuel 21:13 RV1960)
Otro ejemplo en donde un servidor
de Dios tuvo que usar su ingenio, y que necesito ayuda de los hermanos para salvar
su vida fue el gran apóstol Pablo.
Pablo que llegó a ser un gran
predicador, un misionero que anduvo en muchos lugares dando a conocer a Jesús,
corriendo diferentes riesgos, desde un inicio tuvo que sufrir acechanzas por
parte de personas que querían matarlo; la Biblia nos dice en Hechos 9:25: ‘’Entonces los discípulos, tomándole de noche,
le bajaron por el muro, descolgándole en una canasta.’’ (Hechos 9:25 RV1960)
Pablo tuvo que Salir huyendo de una ciudad para salvar su vida, y la manera que
encontraron, él y los hermanos que lo acompañaban, fue salir por la noche
cruzando el muro que rodeaba la ciudad, tuvieron que subir el muro para luego
bajar a Pablo en una canasta.
Tu y yo no debemos comportarnos
como superhombres o super cristianos, algunas veces debemos de usar nuestro
ingenio o pedir ayuda para salvar nuestra vida o superar alguna situación
difícil en nuestra vida; tal vez
tengamos que romper amistades o renunciar a trabajos que afecten nuestra vida espiritual
o testimonio; o quizás dejar de frecuentar lugares o ver cosas en internet que
no nos edifican; y en momentos de pandemia si no es necesario que expongas tu
vida, no lo hagas; y recordar el texto que nos exhorta a evadir el peligro, el
cual está en Proverbios 22:3, todo aquel peligro que dañe nuestro cuerpo, mente
y espíritu.
Sobre el segundo punto que
queremos compartir, dice así: ‘’Lo que Dios puede hacer.’’ Hay momentos que tú
y yo enfrentamos situaciones que está fuera de nuestro control, nada ni nadie
en este mundo puede ayudarnos; simplemente quedamos manos arriba, y como dice
el dicho: ‘’Si corres te mato, y si no también’’,en esos momentos es que Dios,
nuestro Señor, entra en acción; si tú le clamas, y pones en sus manos la
situación que te trae tribulación, y si tú crees en Jesucristo, y le has
recibido en tu corazón, y vives conforme a su voluntad puedes acercarte con
toda confianza al Señor, por medio de la oración, presentando tu dolencia o
tribulación.
La Biblia nos da testimonio de
muchos milagros de parte de Dios, a sus servidores, un ejemplo de esto lo
encontramos en 2 Reyes 20, cuando el rey Ezequías estaba enfermo de muerte, y
al saber por parte del profeta Isaías que moriría, clamó a Dios con gran
llanto, y Dios lo escuchó, sanado su enfermedad, añadiéndole 15 años más de
vida; cabe notar en este caso que Ezequías le pidió al Señor hacer memoria de
cómo él le había servido, y esto nos recuerda al texto que está en Salmo 34:15,
que nos dice que el Señor está atento al clamor de los justos, por lo que si tú
caminas rectamente cumpliendo sus mandamientos, puedes hacer al Señor tus
peticiones confiadamente, y si es su voluntad, él te concederá la petición.
Otro ejemplo que nos da la
Biblia, sobre la intervención de Dios en la vida de un servidor suyo lo
encontramos en el libro de los Hechos en el capítulo 12, en donde Pedro es
llevado a la cárcel, posiblemente para matarlo luego, e inmediatamente los
hermanos oraron sin cesar a Dios por Pedro, y Dios escuchó sus oraciones
librando milagrosamente a Pedro, enviando a un ángel a liberarlo.
Recuerda que Dios es el creador,
por lo tanto es todo poderoso y tiene control de todo lo que pasa en el mundo,
nada de lo que sucede está fuera de su control y conocimiento; por lo que si a
él le place, puede cumplir tu petición; pero también debes estar claro que no
todo lo que deseamos se cumplirá. Los que servimos a Dios y creemos en
Jesucristo no estamos exentos de padecer tribulaciones, nuestra fe debe ser
probada. La tristeza y angustia muchas veces nos obligan a buscar refugio en el
Señor, nos motivan a orar y a leer la Biblia. Ya que normalmente cuando estamos
bien, no buscamos al Señor.
No te aflijas si algo que pides
no se cumple, aún el gran apóstol Pablo, nos relata en 2 Corintios 12:8, que
había rogado al Señor, por lo que él llamó ‘’un aguijón’’ (que según estudiosos
de la Biblia, podría tratarse de un problema en los ojos, aunque no se sabe con
certeza), y aunque Pablo clamó tres veces, Dios no le concedió su petición, ya
que posiblemente ese ‘’aguijón’’ le ayudaría a recordar su fragilidad, y
mantener su dependencia de Dios.
Estimado hermano y hermana, pon
en las manos del Señor todo lo que hagas o suceda en tu vida, para que él tome
el control.
Para terminar este mensaje
queremos hablar sobre el tercer punto: Los que sufren persecuciones.
Es cierto que en estos momentos
todos enfrentamos la amenaza de la pandemia, no sabemos si el próximo
contagiado y muerto por la peste, será un amigo o un familiar, o tú y yo; pero
hay un gran número de hermanos que no sólo enfrentan la pandemia, sino que por
muchos años están sufriendo persecución, cárcel, muerte o exilio, por creer en
Jesucristo, por creer en el único Dios que creó los cielos y la tierra; ellos
viven muchas veces angustias, tristeza y dolor, y quizás tú y yo, por estar
ocupados en otras cosas, no comprendemos el dolor ajeno, hasta que nos llega a
nosotros, así como nos ha alcanzado esta pandemia; que no es la primera ni la
última.
Nosotros Ministerio Hijos de Luz,
queremos por este medio hacer un reconocimiento especial a los hermanos que son
perseguidos por la fe en Cristo Jesús, que no solamente enfrentan los mismos
problemas o dificultades que algunos de nosotros tenemos, sino que se le
agregan más tribulaciones, en países que no toleran el cristianismo, ni lo
mandamientos de Dios el Creador, que no creen en Jesús y en nuestro Dios, y
algunos tal vez ni siquiera han escuchado
de Jesús, pero por esa misma razón, nuestros hermanos están ahí, para darlo a
conocer.
Pidamos a Dios su protección y su
consuelo, y que sean llenos del Espíritu Santo; y que nosotros que no somos
perseguidos orar por ellos, y si está en nuestras posibilidades colaborar con
ellos.
Sabiendo que estamos en tiempos
peligrosos, malos; y como dice la palabra de Dios, la Biblia, estamos viviendo
apenas el inicio de los dolores de parto (ver Mateo 24:8), de los juicios
venideros que están por venir para la humanidad entera, ya que el mundo está
entregado al pecado, lejos de Dios, entregándose a la maldad, como la brujería,
el homosexualismo, el aborto, el adulterio, la fornicación, borracheras, entre
tantas cosas; que provocan la ira de Dios (ver gálatas 5:19-21), no desmayemos
hermanos, continuemos nuestra carrera hasta la venida de Jesús, o seamos
llamados a su presencia.
Para terminar queremos leer el
Salmo 91, esperando traiga paz y consuelo a su corazón.
(Salmos 91:1-16 RV1960)
El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía,
y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré. El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad. No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es
mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y el áspid
pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mí ha puesto
su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará, y yo
le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré. Lo saciaré de larga vida,
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