Material: Un pedazo de carbón.
1. Toque el carbón ligeramente.
2. Muestre la mancha que dejó en su dedo.
3. Hable algo más sobre esto; diga que a nosotros no nos gustan las manchas
y que tenemos que lavarnos las manos para quitárnoslas.
4. Ponga más manchas en su mano y haga notar que cuanto más tocamos al
carbón, más manchas tenemos.
5. Haga hincapié en que tenemos que lavarnos las manos para quitarnos las
manchas. Y en que no tendremos más manchas si ya no tocamos el carbón.
Aplicación:
1. El pecado es lo mismo que el carbón. (Podemos usar esta lección para enseñar que todos somos pecadores y también que como cristianos debemos separarnos del pecado del mundo.) Use versículos bíblicos para probar esto.
Oración.
Invitación.
Texto sugerido: Mateo 5:8
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. (RV1960)
(Basado en el libro: Lecciones Objetivas, María S. de Eudaly, Casa Bautista de Publicaciones, Primera edición: 1962, Segunda edición: 1971)
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